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lunes, 22 de abril de 2013
Reflexiones flexográficas II: ¿Puedo mejorar?
Mi padre era un autodidacta, un hombre que se hizo a sí mismo con grandes dosis de esfuerzo, ilusión y humildad. Lo hizo con tesón hasta conseguir destacar en aquello que mas le apasionaba: la electrónica. Cuando la situación económica le obligó a emigrar, se llevó consigo la base técnica y la actitud necesarias para abrirse camino en esa profesión; un entorno muy distinto al que tengo yo y al que probablemente tendrá quien está ahora mismo leyendo estas reflexiones. De mi padre me quedaría con muchas cosas, pero sobre todo con sus ansias por aprender y con su disposición por mejorar continuamente.
Me acordé de mi padre cuando me decía recientemente un empresario de artes gráficas dedicado a la impresión de embalaje flexible que su empresa apuesta por la "mejora continua" en todos sus procesos para obtener las necesarias "eficacias y eficiencias" en la producción; la mejor estrategia para alcanzar los objetivos generales y con ello la mayor rentabilidad de su negocio. Nada que objetar a esa perspectiva, por supuesto.
Ser "eficaz" es ser capaz de realizar un cometido y ser "eficiente" es conseguir o superar con ello un resultado predefinido. Contextualizando esto en el entorno de las artes gráficas en general y en la impresión flexográfica en particular, nos encontramos con que no es nada fácil obtener un resultado óptimo en la producción gráfica, básicamente por que la eficiencia y eficacia se ven muy dificultadas por factores de difícil control.
Volviendo a mi padre; él trabajaba con valores resultantes "predecibles", así cuando fabricaba una fuente de alimentación, sabía que entraría una corriente alterna de 100/220V, y tal como estaba configurada, esta le daría una salida de corriente continua de 5/12V, por poner un ejemplo. Para ello tenía definidos unos componentes necesarios que darían ese resultado; un resultado predecible y necesario para que el aparato al que se conectaría pudiera realizar su función.
La "función", en este caso gráfica, de un envase o embalaje flexible es la de generar un impacto visual atractivo que permita captar la atención del cliente en el punto de venta, informarlo sobre el contenido del envase y crearle, en conjunto, una imagen positiva de marca. Estas necesidades delimitan los retos que debe asumir cualquier impresor flexográfico y en los últimos años, esos retos se han visto muy reforzados por diversos motivos.
Como pasa en la electrónica y salvando las distancias con el contexto gráfico, obviamente en la impresión flexográfica también es preciso cumplir con la funcionalidad a la que está dirigida, sin perder de vista las muchas condicionantes que se dan y que son propias del sistema de impresión, así como las implicaciones que estas condicionantes tienen sobre el objetivo de obtener un resultado que cumpla con los requisitos establecidos por el cliente y que esté alineado con la previsión de costes y márgenes correspondientes.
Con todo ello, la predecibilidad en la flexografía es un factor igualmente determinante, ya que sin predecir un resultado, difícilmente se podrá ser eficaz y por extensión eficiente, por lo que el único camino que nos puede llevar a un resultado satisfactorio pasa por ser capaces de conocer como imprime nuestra máquina y cuales son sus límites y posibilidades reales, adelantándonos a las dificultades que se presentarán y estableciendo con antelación los ajustes necesarios.
En este sentido y como profesional que cree conocer las tecnologías Kodak y otras complementarias existentes en el sector, me atrevo a asegurar que con el conjunto de estas soluciones el impresor dispone ya de las herramientas necesarias y adecuadas para conseguir el objetivo, solo falta añadir las necesarias dosis de esfuerzo, ilusión y disposición de mejora que posiblemente hayamos ido dejando por el camino por algunas decepciones pasadas, unas decepciones que tal vez fuesen el resultado de utilizar unos planteamientos equivocados o tal vez fuese otra la razón. No obstante, lo fundamental es hacerse una pregunta..., ¿puedo mejorar?.
Yo creo que siempre se puede mejorar en flexografía y ahora mas que nunca, el primer paso es querer hacerlo.
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