El mercado del packaging sigue imponiendo sus reglas de juego a la industria flexográfica, que continua replanteándose a sí misma constantemente, en un ir y venir de alternativas no siempre exitosas, para poder competir de tú a tú con cualquiera de las opciones existentes.
El usar la última tecnología para conseguir las metas no es siempre garantía de éxito, esto es así por que en nuestro terreno de juego existen unos mandamientos propios que hay que respetar. Reglas físicas que el propio sistema establece y que su incumplimiento significa algo así como un "pecado mortal" para los que quieren asumir el reto de mejorar y añadir valor.
¿Significa esto que el simple respeto y superación de esas reglas supone necesariamente la obtención del deseado resultado?; desde mi punto de vista creo que no. El superar determinados aspectos físicos que influyen de manera directa o indirecta en el resultado de la impresión no son necesariamente garantía de éxito, como no es garantía de éxito el utilizar el mejor sustrato, la mejor tinta, la mejor plancha o la mas alta tecnología mecánica en la impresión.
Lo que realmente garantiza el éxito en la impresión flexográfica es nuestra capacidad de asumir el compromiso por entender su funcionamiento para manejar todas esas herramientas de manera correcta, entendiendo que se debe respetar el equilibrio entre lo que podríamos llegar a hacer y lo que debemos hacer en base a criterios de viabilidad productiva. Dicho de una manera mas sencilla: estamos aquí principalmente para conseguir cumplir adecuadamente con todos los requerimientos exigidos por el comprador de impresión, (entre los que se incluye la alta calidad de impresión, por supuesto, pero también otros como el respeto a su marca, el impacto visual, la uniformidad y consistencia, los aspectos técnicos del envase, el coste o el plazo de entrega). No estamos para ganar un concurso, sino para ganar la satisfacción del cliente en base a todos esos parámetros.
Aunque resulte una obviedad decirlo, es en la habilidad que tenga el impresor de conseguir todo ello antes que su competencia y con menos recursos (y coste) implicados, donde están las posibilidades verdaderas de éxito.
¿De qué modo Kodak Flexcel NX aporta valor añadido al impresor para afrontar el reto?, pues de la mejor manera posible, ayudándole a superar de forma adecuada aquellas variables de la impresión que son las responsables, directas o indirectas, de los principales desafíos en máquina.
Si hay que destacar las mejores capacidades de esta tecnología, yo las resumiría en los siguientes apartados:
- Tecnología de fácil implementación, alta productividad y fiabilidad.
- Reproducción en plancha del 100% del archivo digital con puntos de hasta 10 micrones.
- Lineaturas consistentes superiores a las 200Lpi en plancha y rango tonal completo.
- Impresión mas nítida y transiciones tonales suaves y completas.
- Sólidos intensos y uniformes con menor capa de tinta.
- Reducida ganancia tonal con incremento de densidad en sólidos de hasta 0.4.
- Colores blancos de mayor opacidad e intensidad en una sola pasada.
- Reducción del número de colores por trabajo sin mermar la calidad de la impresión.
- Menor tiempo de preparación de la impresora, reducción de paradas de máquina.
- Reducción de las mermas de fabricación, del consumo de tinta, planchas y energía.
- Reducción del impacto medioambiental.
Miguel Ángel Beltrán
Sistema KODAK Flexcel NX
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